Teporingo, una especie mexicana

Teporingo o Zacatuche

(Romerolagus diazi)

Este organismo también es conocido como conejito de los volcanes y es una especie de mamífero lagomorfo de la familia Leporidae, la única del género monotípico Romerolagus.

Mide alrededor de 30 cm de largo y tiene una cola vestigial (su función original se perdió durante su evolución) de unos 20 o 30 mm, por lo que es no resulta visible, además tiene orejas de aproximadamente 40 mm, las cuales  resultan pequeñas en comparación con otras especies de conejos. Su peso medio es de 600 gramos y tiene un pelo corto y uniforme de color amarillo y negro, salvo en la superficie dorsal de las patas y algunas zonas de la cara, que son de color ocre, además de un triángulo de pelo rubio en la nuca. Los lados de la nariz y la región orbital son de color ocre, la base de los oídos ocre metálico y debajo de la garganta ocre mezclado con gris.

El teporingo es una especie endémica de México, es decir, que sólo se puede encontrar en este país. Se localiza en la parte central del Eje Neovolcánico, entre los 2.800 y 4.200 metros de altura, en una zona conocida como el zacatón, donde abundan los bosques abiertos de pinos con una cubierta vegetal densa de hierbas. Habita en climas semifríos, subhúmedos y húmedos con abundantes lluvias en verano.

El sustrato en esta zona está compuesto de roca basáltica oscura con parcelas de tierra también oscura. La especie se encuentra en bosques de coníferas oscuros y húmedos de aliso con abundancia de hierbas y arbustos, además de en los páramos de altura y zacatonales, en el sotobosque con una buena cobertura de gramíneas amacolladas y afloramientos de roca volcánica. 

Forma de vida

Las horas en las que tiene mayor actividad se dan por las mañanas y bien entrada la tarde. Viven en madrigueras, escondidas entre la maleza, en grupos de 2 a 5 individuos. No permiten la entrada de individuos extraños en la conejera.

Estas madrigueras pueden llegar a medir 5 metros de largo y alcanzar 40 cm bajo la superficie del suelo. Los teporingos realizan sus hogares en suelos suaves, húmicos, poco pedregosos y hasta puede compartirlos con salamandras, musarañas y diferentes especies de ratones como el meteorito y el de los volcanes, aunque también suelen utilizar las madrigueras abandonadas de tuzas, ardillones de tierra, armadillos y tlalcoyotes.

Es gregario y vive en grupos de 2 a 5 individuos y se caracteriza por ser territorial,  por lo que defiende tanto a su territorio y/o compañero mediante las agresiones físicas con la que pueden causar daño, como morder o rasguñar; los individuos grandes, que por lo general son las hembras, son los que ocupan la jerarquía más alta en las colonias. 

Alimentación

Los conejos de los volcanes son herbívoro, se alimenta principalmente de las hojas tiernas de gramíneas amacolladas como Festuca amplisima,  Muhlenbergia macroura y Stipa ichu. Además de los pastos consumen dicotiledóneas como Donnnellsmithia juncea, Eryngium columnare y Cirsium jorullense, de semillas de la enredadera Sicyos parviflorus y de la corteza de árboles jóvenes de aile. También se alimentan de cultivos como maíz, avena forrajera, papa, chícharo y haba.

                    Festuca amplisima                                             Muhlenbergia macroura

Reproducción

Se reproducen prácticamente durante todo el año, dependiendo de la disponibilidad del alimento. A pesar de que se ha estudiado la madurez sexual de estos conejos, no ha logrado ser determinada, pero se sabe que está muy relacionada con su peso corporal, ya que cuando alcanzan los 400-450 g se inicia. Las hembras no presentan un ciclo estral definido sino que permanecen en estado de constante aceptación sexual, en cambio los machos sexualmente activos presentan testículos escrotados y el glande del pene extrusible. Cuando se produce el coito, se induce la ovulación, los embriones se desarrollan en la región media del útero y pueden legar a tener hasta 3 crías por camada.

Los nidos, que son las pequeñas depresiones escondidas entre la maleza y recubiertas por piel y trozos de plantas que se mencionaron anteriormente, solo son construidos de abril a septiembre. Los recién nacidos presentan pelo, pero nacen con los ojos cerrados, por lo que no pueden moverse ni alimentarse por sí mismos hasta pasadas 3 semanas, aunque en el nido sólo estarán hasta pasados 14 días. 

Amenazas y conservación

Lamentablemente, el teporingo es una especie considerada en peligro de extinción; específicamente, se encuentra a medio camino entre ser de menor preocupación y ser considerada una especie extinta en la Lista Roja de la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza).

Los principales factores que han puesto en peligro a la especie son el crecimiento de la población humana cercana a su hábitat, la disminución de su área de distribución, así como la actividad de deforestación, la contaminación, los incendios forestales, el pastoreo, la extracción clandestina de madera, pastos y suelo. Además, los teporingos son muy codiciados por el hombre debido al sabor de su carne, lo que ha provocado que semanalmente los aficionados a la cacería maten a decenas de estos conejillos aun cuando su caza está prohibida. 

Por eso es muy importante lograr que las poblaciones humanas (en especial las que viven en las zonas donde habita esta especie) se involucren en la conservación, pero también es necesario que el gobierno mexicano se responsabilice del cuidado de la naturaleza y el buen uso de los recursos económicos para el cuidado de la fauna, además de implementar programas de educación ambiental en la población en general, establecer áreas de reintroducción exclusivas para los animales obtenidos en los programas de reproducción y elaborar un programa de conservación y manejo que involucre a las diversas instituciones nacionales e internacionales.

Afortunadamente sí existen medidas para la conservación de esta especie, ya que actualmente está protegida del comercio por la CITES  (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres) y también por varias normas de la SEMARNAT (Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales). 

Además parte de su rango de distribución se encuentran dentro de Áreas Naturales protegidas y también ha ayudado el hecho de que diversas instituciones han realizado estudios sobre la biología y ecología del conejito de los volcanes, tales como el Instituto de Biología, el Instituto de Ecología y la Facultad de Ciencias de la UNAM. Por su parte, el Zoológico de Chapultepec y San Cayetano en México, Zoológico de Jersey en Inglaterra, Zoológico de Amberes en Bélgica y Universidad de Hokkaido en Japón han llevado a cabo investigaciones para comprender mejor su reproducción en cautiverio para una posible reintroducción a su hábitat. 

Datos curiosos

• Las hembras de esta especie animal, son más grandes que los machos.

• Son las hembras de los teporingos las que llevan a cabo la construcción del nido,         hasta un día previo a que den a luz a sus crías.

• A los teporingos se les nombra en México de diferentes maneras, por ejemplo, en náhuatl Cuitlatepolli (“conejo de rabo corto”) o Zacatuche (“conejo del zacate’’). También se les llama tepolitos, burritos o volcano rabbit.

• Es el único conejo en el mundo, junto con los llamados pikas, que emite vocalizaciones como parte de sus hábitos conductuales. Y aunque este animal sea muy semejante a un conejo, sus condiciones genéticas y reproductivas lo acercan más a las liebres.

• Tiene un triángulo de color dorado en el área de la nuca, justo detrás de las orejas y se piensa que tiene una función específica en las dinámicas de comunicación visual que maneja esta especie de fauna mexicana.

Bibliografía

-       http://naturalista.conabio.gob.mx/taxa/43155-Romerolagus-diazi

-       http://www.angelfire.com/sd/josue/enpeligro/teporingo.htm

-       http://www.animalesextincion.es

-       http://es.wikipedia.org/wiki/Romerolagus_diazi

-       http://turismo.mexplora.com